El 12 de diciembre es un día inolvidable para el Once Caldas y sus hinchas. Ese día, en el año 2004, el blanco jugó la Copa Intercontinental de Clubes, ante el Porto de Portugal, en la última edición del certamen que enfrentaba al campeón de la Liga de Campeones de Europa con el campeón de la Copa Libertadores de América, en Yokohama, Japón.
En desarrollo del compromiso, fiel al estilo que le llevó a ganar la Libertadores, el blanco mantuvo el cero en su arco y buscó el gol por medio de acciones de contra ataque. El partido terminó igualado sin goles en los 90 minutos reglamentarios, resultado que se mantuvo en el tiempo extra.
La definición del título se dio por cobros desde el punto penalti . En la serie de 5 cobros, Once Caldas pudo liquidar el encuentro a su favor pero el disparo de Jonathan Fabbro se estrelló en el palo. El marcador final fue 8×7 a favor de los portugueses.
Hoy, en Historias del Balón, el volante antioqueño Diego Arango, campeón de Libertadores, titular en la final de la Intercontinental, recuerda esa experiencia que califica como única e inolvidable:
«Recordamos mucho lo que vivimos hace 16 años en Japón, donde lastimosamente se nos fue ese título que todos anhelábamos. El partido fue muy disputado, enfrentábamos al campeón de la Champions, fue un compromiso muy aguerrido, el resultado al final muestra lo parejo que fue. Ellos salieron favorecidos en los cobros desde el punto penal».
«Nosotros fuimos muy aplicados a nuestra idea táctica, la misma que nos dio grandes resultados en la Libertadores, en la que enfrentamos equipos que nos superaban por su técnica y por sus jugadores pero nosotros por táctica y estrategia logramos vencerlos, en la Intercontinental mantuvimos esa idea y nos llevó hasta la definición por cobros desde el punto penalti en la que no salimos favorecidos, fue una experiencia única e inolvidable».
«Es un sueño de todo profesional estar en una final mundial como esa, es algo maravilloso, inolvidable, lo soñé y tuve la fortuna de poder vivirlo. Me hubiese gustado estar en la lista de cobradores pero el profesor Montoya me excluyó para ingresar a Jefrey Díaz para dale más juego ofensivo al equipo. Los que pudieron cobrar lo hicieron bien, lástima del compañero Fabbro que no acertó en un momento clave, ellos tuvieron la ventaja y se llevaron el título».
Diego Arango, volante de marca antioqueño, fue campeón con Once Caldas en Liga colombiana en los años 2003 y 2010, y de Copa Libertadores 2004, hoy a sus 40 años, retirado del fútbol profesional vive en Manizales donde formó su familia y trabaja como entrenador personal.