Ramón Tabares, del barrio al fútbol profesional

La historia de Ramón Tabares es una buena muestra de lo que se pueda alcanzar cuando se tienen las ganas de salir adelante y se aprovechan la educación y las oportunidades que brinda la vida. En su niñez, Ramón vivía en un barrio caracterizado por la violencia, en el que las drogas y la delincuencia son el pan de cada día, en el que muchos jóvenes que se dejan llevar por ese ambiente terminan en la cárcel o en el cementerio, como ocurrió con algunos de sus amigos de infancia.

A los 13 años su destino tomó otro rumbo gracias al fútbol y a la formación que recibió en las Escuelas de Fútbol para la Paz del Once Caldas: “Mi paso por las Escuelas del Once Caldas fue definitivo para mi, allí recibí formación en valores esenciales para la vida y en temas deportivos. Lo que más me marcó fue el énfasis que le dieron a la parte humana, fue algo que me impactó y gracias a esa formación puedo dar fe hoy que ese proceso guía a las niños y jóvenes por muy buenos pasos para que sean personas de bien para la sociedad”.

Fue un proceso de varios años, comenzando por la vinculación como deportista, su paso a la universidad y su contratación posterior como profesor de las Escuelas de Fútbol: “Desde muy niño siempre me incliné por el deporte y más por el fútbol, inicié en el barrio La Asunción, después me dieron la oportunidad en las Escuelas de Fútbol para la Paz del Once Caldas, estuve como jugador, varios años, hasta terminar mi proceso en las diferentes categorías. El profesor Guillermo Parga me encaminó para que estudiara la Licenciatura en Educación Física”.

“Volví al Once Caldas para solicitar la oportunidad de hacer parte del grupo de entrenadores. Desde las Escuelas seguía el trabajo de Mario Marín, el entrenador de arqueros, a quién siempre admiré, luego entrené a los arqueros en los equipos de las Divisiones Menores del Club, en ese proceso fui aprendiendo mucho, después se dio la oportunidad de remplazar temporalmente en el equipo profesional al profesor Marín, quien fue operado de la rodilla. Mi trabajo les gustó a él, a los arqueros y a los entrenadores del equipo, y así se me dio la oportunidad de seguir vinculado al club también como preparador físico”.

Su labor como preparador físico la complementa actualmente con el manejo de nuevos dispositivos electrónicos con los que se monitorea a los jugadores del equipo profesional: “una tecnología de la que aprendo cada día porque es una herramienta vital para los clubes. Es un GPS que nos proporciona información del estado físico y muscular de cada deportista, esencial para el manejo de cargas de trabajo personalizadas y evitar lesiones”.

Hoy a sus 33 años, Ramón Tabares, orgullosamente Licenciado en Educación Física, especializado en Entrenamiento de Porteros, con 9 años vinculado al Once Caldas, formó su hogar y trabaja con empeño en el club de sus amores en el que continúa formándose con dedicación para seguir progresando en la profesión que le apasiona porque está ligada al fútbol, el deporte que ama desde pequeño, el que le brindó una oportunidad para hacer realidad sus sueños de niño.